Sin Título

 De pronto me encontré allí rodeado de gente que iba, venía, algunos charlaban en voz baja, otras no tanto. Me habían avisado que allí se lo velaba a Héctor Vigna y si bien el aviso provenía de la familia, fiel a mi trabajo de periodista que me brindó el privilegio de conocerlo a Héctor, pensé que a lo mejor se trataba de una noticia falsa, o de otra broma del maestro.

Nada hacía presumir que se trataba de un velorio en la Sala 4 de Cochería Reviello.

A la entrada sobre los bancos que se utilizan habitualmente para contener a los dolientes había una bandera de "Integrarte" el grupo que fundó y cuyo título lo definía de cuerpo entero.

En un rincón una caja con ejemplares de su último libro "Colofón" que para algunos anticipaba su firme decisión de no escribir más y para otros era solo una palabra aguda más... Así de aguda fue la enfermedad que lo atacó.

De repente agachado, al costado de un cajón que parecía esos que se ven en los velorios lo veo a Héctor sonriendo y haciéndome shhhh con el dedo mientras arrancaba con una de esas sonrisas enormes que lo caracterizaban y a continuación encogiéndose de hombros como dándome a entender que él no estaba en ese cajón... que de cualquier manera hiciera caso de las normas tan bien descriptas por Julio Gran Cronopio Cortázar en "Conducta en los velorios" y que otro día cuando quisiera charlar con él lo buscara en alguno de sus cinco libros que allí nos íbamos a encontrar prontito porque "por acá no me queda ninguna cuestión pendiente", me dijo.

Le hice caso, busqué a los familiares, a algunos amigos, estreché manos y algún abrazo y bajé las escaleras recordando para hacerlo aquellas Instrucciones del mismo escritor al que adorábamos en común y me encaminé a la noche por la Avenida Rivadavia.

Mañana tocará a lo mejor publicar la noticia de su fallecimiento porque también es una de las normas a cumplir cuando una persona abandona el estuche de su cuerpo, pero siempre voy a encontrarme con él en sus textos, en los recuerdos que tenemos en común, en la tremenda huella que dejó en este mundo que a veces parece tan duro e inhabitable pero que gracias a seres como él, cada día confiamos en que puede ser mejor.